Durante años, la creatina ha sido uno de los suplementos más populares entre quienes buscan mejorar su rendimiento físico y aumentar la masa muscular. Sin embargo, una ola reciente de investigaciones científicas está revelando algo sorprendente: sus beneficios van más allá del gimnasio. La creatina también puede mejorar la memoria, el enfoque mental y la velocidad de procesamiento cognitivo.
Un artículo publicado en The Times of India ha popularizado esta nueva faceta de la creatina: el suplemento, ampliamente consumido por atletas y entusiastas del fitness, parece mejorar diversas funciones cognitivas al reforzar el metabolismo energético del cerebro.
La razón es sencilla: así como en los músculos, en el cerebro la creatina ayuda a reponer los niveles de ATP, la molécula que provee energía celular, lo que desata un efecto especialmente útil de desarrollo en tareas mentales que demandan concentración y velocidad.
Pero más allá del entusiasmo popular, la ciencia respalda estas afirmaciones. Un meta-análisis publicado en PubMed en enero de 2025 revisó 16 estudios clínicos en los que participaron casi 500 adultos, tanto sanos como con alguna enfermedad que fueron sometidos al consumo de creatina monohidratada en diferentes dosis y periodos.
Los resultados fueron claros: la creatina mejoró la memoria (con un efecto pequeño pero significativo), redujo el tiempo de atención (lo cual indica una mejora) y aumentó la velocidad de procesamiento de la información.

Aunque los efectos sobre la función cognitiva global y la función ejecutiva no fueron significativos, el impacto en la memoria y la atención resultó más evidente en personas con enfermedades neurológicas, en mujeres y en adultos de entre 18 y 60 años. Curiosamente, también se notaron beneficios notables en personas mayores, sobre todo en el grupo de 66 a 76 años, con mejoras significativas en la memoria episódica y de trabajo.
Una posible explicación es que la creatina puede atravesar la barrera hematoencefálica y acumularse en el cerebro, donde actúa como un pequeño "generador de emergencia" que garantiza un suministro constante de energía celular. Esto es especialmente valioso en situaciones de alto estrés, privación de sueño o envejecimiento, donde los niveles energéticos del cerebro tienden a disminuir.
Aunque los estudios utilizaron diferentes dosis (algunas tan altas como 20 o 30 gramos al día en periodos cortos), la creatina suele administrarse en suplementos de 3 a 5 gramos diarios, cantidad considerada segura para la mayoría de los adultos sanos, ya que personas que padezcan problemas renales deben consultar con un médico antes de consumirla.
Los expertos también destacan que combinar la creatina con carbohidratos o proteínas puede aumentar su absorción. Además, quienes siguen dietas vegetarianas o veganas, que naturalmente contienen menos creatina, podrían experimentar efectos cognitivos más pronunciados al suplementarse.
En conclusión, la creatina ya no es solo un suplemento para ganar músculo. La evidencia científica sugiere que puede ser una poderosa aliada para quienes desean mejorar su rendimiento mental, ya sea para estudiar, trabajar con mayor enfoque o incluso para preservar la función cognitiva en la edad adulta.
Eso sí, como todo suplemento, debe tomarse con responsabilidad y con base en objetivos claros. El músculo mental también se entrena y al parecer, también se puede suplementar.
Foto de LyfeFuel en Unsplash | Aleksander Saks en Unsplash
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