Joel Calata
EditorEn diciembre de 2024, alrededor de 200 personas, entre locales y extranjeros, se manifestaron en Tulum para exigir acceso libre a las playas del Parque Nacional del Jaguar. Ahora, el delegado municipal de la zona ha confirmado que el lugar volverá a ser de entrada libre, pero eso sí: sólo para los mexicanos, una solución que los 'gringos' no veían venir y que siguen reclamando porque, argumentan, tienen los mismos derechos que los ciudadanos nacidos en el país, aunque se valgan de estrategias burocráticas y legales para estar exentos de las obligaciones fiscales.
Este conflicto pone de relieve una situación particular en Tulum: muchos extranjeros residen en la ciudad utilizando visas de turista, que renuevan periódicamente para evitar pagar contribuciones fiscales, sobre todo el Impuesto Sobre la Renta, que se obliga a personas que perciben ingresos en territorio mexicano.
Como era de esperarse, algunos residentes extranjeros han expresado su descontento volviendo a protestar en los accesos del Parque (considerado una reserva federal), alegando discriminación, ya que no se les permite acreditar su residencia con documentos distintos al INE, como lo son las constancias de vivienda emitidas por el Ayuntamiento.
La magnitud del problema
Según datos del INEGI, en 2020 Tulum tenía una población de 46,721 habitantes, de los cuales, 15.000 son extranjeros, muchos de ellos parte de una generación de nómadas digitales que han hecho del rincón en el Caribe uno de los destinos predilectos para los que buscan combinar trabajo remoto con un estilo de vida relajado.
Si bien el sector de servicios turísticos y negocios locales como restaurantes y cafeterías se han beneficiado del gasto constante de estos visitantes, dentro y cerca de la zona del Parque Nacional del Jaguar los ingresos de los comerciantes se han visto mermados.
Aunque también es cierto que muchos de los turistas optan por las estancias prolongadas, lo que ha generado un aumento en la demanda de alquileres a largo plazo y, consecuentemente, en los precios de renta, lo que desata el fenómeno de la gentrificación.
"Visa Run": la puerta de escape de las obligaciones fiscales
En México, la práctica del "visa run" se ha convertido en una estrategia común entre nómadas digitales y trabajadores remotos extranjeros para prolongar su estancia en el país sin cambiar su estatus migratorio ni asumir obligaciones fiscales.
Esta práctica consiste en salir brevemente del país antes de que expire el permiso de estancia como turista (generalmente de 180 días), para luego reingresar y obtener un nuevo periodo de estancia, lo que permite a los extranjeros permanecer en México por tiempo indefinido sin cambiar su estatus migratorio ni asumir obligaciones fiscales.
Según el Código Fiscal de la Federación, una persona se considera residente fiscal en México si permanece en el país más de 183 días en un año calendario o si su centro de intereses vitales se encuentra en México, convirtiéndolos en sujetos obligados a pagar impuestos sobre sus ingresos globales, incluyendo el Impuesto Sobre la Renta (ISR), que varía entre el 1.92% y el 35% dependiendo del nivel de ingresos.
El debate continúa en Tulum: mientras por un lado se busca equilibrar el derecho al acceso libre a las playas con la finalidad de conservar el medio ambiente, por el otro se quiere quedar bien con los turistas, que, junto con Cancún y Playa del Carmen, han albergado a veinte millones de visitantes tan sólo en 2024.
Fotos de Jorge Fernández Salas
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