Laura Beneyto
EditorTengo la costumbre de tomar el fresco en la terraza después de cenar. Ese ratito al aire libre me da paz y me ayuda a desconectar. Eso sí, es necesario un buen sillón en el que no me deje la espalda, como este de Ikea reclinable y plegable, perfecto para apoyar en la pared cuando no lo esté utilizando.
Sillón reclinable Nämmarö
Llevarme la comodidad del sofá a la terraza es imposible, pero puedo intentar alcanzarla con este sillón con reposabrazos. Está hecho de madera y gracias a la resistencia de la madera nos acompañará varias temporadas. Es reclinable y se puede regular en seis posiciones como una tumbona, adaptándose a cualquier rincón al aire libre porque no ocupa mucho espacio al ser plegable.
Su diseño es atemporal y destaca por su estética minimalista. Además, ha sido tratado para que aguante cualquier inclemencia meteorológica y las manchas más difíciles. Igualmente, cuando llegue algún temporal, siempre podemos taparlo con una funda especial para muebles exteriores.
Para darle un toque de color a la terraza, esta silla de jardín se adapta a la perfección, ya que hace match con cualquier cojín cómodo y con un diseño vibrante. Al ser de madera, podemos combinarlo con un conjunto de sillas y mesa del mismo material que añada un toque acogedor y placentero a la estancia. El precio del sillón en Ikea es 59 euros.
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Fotos |Ikea, Freepik
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