Si tu entorno es mayoritariamente feminista, cosa que te deseo con todo mi corazón, seguro que no entiendes nada cuando ves los resultados políticos de España. Tenemos malas noticias. Puede que tu entorno sea empoderador, pero algo oscuro está sucediendo entre las nuevas generaciones. Los zoomers están más divididos que nunca: ellas son súper feministas y ellos se alejan del movimiento, lo rechazan y hasta lo sienten como una amenaza.
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Gen Z: ellas más feministas y ellos más machistas
Los datos vienen potentes. Las españolas más jóvenes están empoderadísimas y lo gritan a los cuatro vientos. Según este informe, un 66% de las zetas son feministas, frente al 35% de los chicos de su edad. Estas cifras sorprenden al ser comparadas con las de las de generaciones anteriores, porque los hombres feministas han caído en picado. Ellos más machistas, ellas más feministas. ¿Qué está ocurriendo?

Los hombres jóvenes están alejándose de la igualdad, poniendo distancia con el movimiento feminista y reaccionando a él. Según este mismo estudio, ellos creen que exageramos, perciben menos discriminación laboral hacia nosotras y son la generación más controladora con sus parejas. Ojo, porque solo el 35% de los hombres Z cree que hay demasiado machismo en la sociedad. Una peli de miedo, si me preguntan.
El nivel de disociación es tal que, mientras un 23,4% de las mujeres consultadas afirman haber sufrido algún tipo de agresión sexual sin penetración, ellos creen que eso no pasa y que lo usamos para hacer drama, en esencia. De hecho, según la FAD Juventud, un 20% de ellos niegan que la violencia de género exista hoy en día y creen que es “un invento ideológico”. SOS.

Por qué los hombres jóvenes rechazan el feminismo
Te preguntarás en qué hemos fallado tanto como sociedad para que, de repente, tengamos onvres con apenas 20 años y ese nivel de misoginia. Entre los millennials había más 'aliados', pero ahora todo se ha salido de madre. Se podrían escribir libros enteros sobre todo lo que hacemos regular, pero en el caso del feminismo hay cinco razones principales.
Los discursos misóginos de hombre alfa
La primera de ellas es el auge de los discursos extremos potenciados por las redes sociales. A diferencia de los millennials, que crecieron con foros y blogs y el feminismo digital les pilló ya creciditos y con capacidad crítica, los zoomers maman los discursos antifeministas en TikTok desde que son prepubers.
En las redes todo se viraliza y el discurso antifeminista no iba a ser menos. Sus principales precursores son los 'hombres de alto valor', que han surgido para 'enseñar' a los jóvenes a ser exitosos desde el punto de vista económico, la apariencia física y el estatus social, desde una perspectiva bastante cavernícola, si me preguntan.
Seres como Lládos, Joan Planas, Un Tío Blanco Hetero, Pedro Buerbaum suben como la espuma. Comienzan dando consejos de vida sana, pero viran rápidamente hacia discursos de extrema derecha con ideas abiertamente racistas, machistas o negacionistas del cambio climático. Lo hacen en Youtube, TikTok y podcasts, el hábitat natural de los zetas. Después, el algoritmo de Youtube hace de las suyas y redirige, pasando de recomendar al usuario contenido moderado a contenido extremista en un solo comentario.
"Youtube tiende a mostrar contenido cada vez más violento a usuarios que buscan ciertas palabras clave" - Escuela Politécnica de Lausana, en Suiza, y de la Universidad de Minas Gerais, en Brasil.

¿Por qué caen en él los hombres, pero no las mujeres? Primero, porque nosotras vivimos la discriminación en nuestras carnes y así es más difícil negarla. Segundo, porque nuestra búsqueda de igualdad e independencia ha tocado una fibra sensible masculina: la necesidad visceral y evolutiva de proveer para sentirse útiles.
La prueba está en que nosotras somos mayoritariamente de izquierdas y VOX es un partido minoritario. Mientras, entre los hombres zeta es el segundo más votado, después del PSOE. Bien de discurso extremista calando a fondo en los más jóvenes, aterrados de que las mujeres de su entorno puedan tener más poder que ellos.
La crisis económica se ceba con los zetas
Las nuevas generaciones no tienen garantizado el derecho a la vivienda, al trabajo digno o a un sueldo que le permita comer. Ante esta frustración hay que buscar culpables y la extrema derecha lo tiene claro: las mujeres progre y los inmigrantes. A estos últimos, un 54% de los hombres Z consideran que reciben demasiadas ayudas y un 27,3% los vinculan a la delincuencia.
El mensaje que cala es el siguiente: estos colectivos les quitan oportunidades por culpa de las políticas de inclusión y pone en peligro sus privilegios.
Una actitud reactiva al cambio
A nadie le gusta perder privilegios y los humanos podemos ser muy egoístas. Si nosotras ganamos igualdad, sus privilegios se convierten en normalidad y eso no convencen a los hombres de la generación Z. De hecho, ellos consideran que exageramos cuando decimos que nuestra vida es más difícil y solo un 14,8% empatiza con la desigualdad que vivimos.

Casi la mitad de los jóvenes (44,1%) considera que "se ha llegado tan lejos en la promoción de la igualdad de las mujeres que ahora se está discriminando a los hombres", según el CIS. Traducido al lenguaje llano, perciben más competencia laboral, tienen más responsabilidad en la igualdad y se les señala como culpables de la discriminación femenina. Claro, no gusta.
La masculinidad está en crisis
O, mejor dicho, la masculinidad débil está en crisis. El feminismo ha llevado a exigir la igualdad en todos los ámbitos de nuestra vida, desde la pareja al trabajo o las relaciones sociales. Los zetas, por muy jóvenes que sean, han heredado los valores tradicionales del patriarcado sistemático, que no se va ni con lejía. Para muchos, esta nueva realidad es incómoda, desconocida y castrante.

Ellas son cada vez más feministas, más concienciadas con su derecho a la igualdad y más exigentes en alcanzarla y en denunciarlo cuando esto no ocurre. Ellos cada vez se sienten más acorralados y menos representados. Resulta curioso que el mayor miedo de estos onvres sea dejar de ser "el sexo fuerte" y que se alejen de donde está la verdadera fuerza, que es el feminismo. Si seguimos polarizándonos mientras luchamos por la igualdad, nosotras seremos cada vez más avanzadas y ellos quedarán cada vez más atrás. Es para reflexionar, ¿eh?
Fotos | Gtres, estudio 'Radiografía intergeneracional de la desigualdad de género', @voxjovenes.
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