El guiso catalán que es mejor que los calçots y el pan tumaca juntos. Un plato típico que es la bomba para dejar hecho y solo comer

La gastronomía catalana es mucho más que pan con tomate, fuet y calçots... De hecho, es en su cocina más tradicional y menos internacional donde debemos buscar para encontrar joyas que añadir a nuestros menús diarios. Ya nos pasó con el trinxat de la Cerdanya o con el Niu, recetas deliciosas de las que la mayoría de la gente fuera de Cataluña nunca ha oído hablar pero que merece la pena conocer. Hoy añadimos a la lista el fricandó, un guiso de carne que forma parte de la dieta catalana desde hace siglos.

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Originaria de la cocina de aprovechamiento del Pirineo catalán, el fricandó se prepara con filetes de ternera de la parte más magra, como la tapa o la contra. Esta carne se enharina ligeramente y se dora en una sartén con aceite de oliva. Una vez sellada en vuelta y vuelta, se reserva y se sofríe la base del guiso, que es una mezcla de cebolla, ajo y tomate pelado, en la misma sartén que hemos usado antes.

Cuando el sofrito esté en su punto, se incorpora la carne nuevamente a la sartén y se añade vino blanco, dejando que el alcohol se evapore antes de pasar a cubrir la carne con agua y añadir las setas.

Una de las claves de esta receta se encuentra en que incorpora setas, preferiblemente moixernons (senderuelas), que le aportan al plato un aroma y sabor característico. Estas setas se pueden utilizar tanto frescas, si es temporada, o deshidratadas el resto del año. Eso sí, tras haber sido rehidratadas previamente en agua.

Dejamos que el guiso se cocine a fuego lento durante un tiempo prolongado (una hora u hora y media), permitiendo que la carne adquiera una textura tierna y que los sabores se integren por completo.

Como toque final, podemos agregar una picada catalana: una mezcla de almendras, ajo, pan frito y perejil, que intensifica el sabor del plato. El fricandó se suele servir acompañado de patatas, arroz blanco o incluso con un poco de pan para mojar en la salsa. Una ventaja que tiene esta receta es que se prepara de un día para otro, ya que el reposo potencia su sabor.

Foto de portada | Directo al paladar

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